Han pasado 40 años desde que inicié mi recorrido en el Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Texas, Houston, como interno, residente y fellow. Al regresar a mi país, recibí la bendición de unirme al grupo de un genio: el Profesor Elkin Lucena, director de Cecolfes, para desarrollar el Primer Programa de Fertilización In Vitro del país. Me enviaron como fellow a Norfolk, Virginia, para un intercambio científico con el grupo pionero de Estados Unidos que logró el primer nacimiento por fecundación in vitro de ese país en la Eastern Virginia Medical School, con los esposos Georgeana y Howard Jones en 1984.
Después de dos años intensos de lucha, dedicación y esfuerzo, nació en 1985 Diana Carolina Méndez, nuestra primera bebé probeta de Colombia y Latinoamérica. A partir de ese momento, continué con una intensa y permanente actualización como fellow en el Baylor College of Medicine, Houston, Instituto Médico Mason de Illinois, Chicago en Diagnóstico Genético Preimplantación, Universidad de Singapur, y Chaim Sheba Medical Center en Israel, como profesor visitante, además de trabajar en miles de Centros de Excelencia para lograr el máximo nivel.
En 1996 recibí la grata visita del Chairman Emeritus Profesor Berel Held, Decano del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Texas, Houston, quien generosamente me entregó la condecoración más importante de mi vida en la Escuela de Medicina El Bosque como Especialista y Fellow destacado.
Como cuota social propia de mi entrenamiento de Pregrado en la Universidad Nacional de Colombia, vinculado al Seguro Social, procuré con gran esfuerzo el nacimiento del Primer Bebé In Vitro sin costo en 1997.
En 2003, inicié actividades investigativas sobre Transplante Uterino junto a mi sobrino Edwin y mi hermano Hugo (Q.E.P.D.), asociados con el Profesor Mats Brannstrom, pionero en esta disciplina, quien fue el primero en lograr un bebé nacido por transplante uterino en 2014.
Luego de muchos éxitos y contratiempos, luché incansablemente en el Congreso de la República, y finalmente en 2019 se logró la sanción de la Ley 1953, que garantiza la cobertura de los tratamientos de infertilidad para todos en el Plan de Beneficios.
A pesar de que aún quedan muchas cosas por mencionar, lo único que puedo decir es que gracias a la presencia del Señor, después de 40 años, creo que algo se ha logrado. He podido hacer felices a muchas familias, pero también ha habido otras que esperan la bendición de ser padres. Sólo el Señor sabe por qué unos sí y otros no. Mientras tanto, seguimos trabajando incansablemente para llevar la vida a los hogares colombianos y extranjeros.