Luego de tres meses de tratamiento con relaciones programadas, se puede proceder a esta técnica, que consiste en colocar de manera artificial una muestra del semen capacitado y mejorado del cónyuge en la cavidad uterina de la paciente el día apropiado del ciclo, una vez confirmada la permeabilidad de sus trompas. Si en la muestra de semen la concentración de espermatozoides es baja o nula, también se puede llevar a cabo la inseminación con semen de donante.
El tratamiento es simple, la mujer recibe una medicación para aumentar la producción de óvulos. Se realizan unas ecografías para controlar el tamaño de los folículos, y cuando el ginecólogo considera que se debe realizar la inseminación, la muestra de semen será procesada por el laboratorio si el recuento es un poco bajo o la motilidad está reducida; ante un moco cervical demasiado denso o ante disfunción sexual en la pareja y mediante un catéter se introduce directamente en el útero, maximizando el número de espermatozoides cerca de las trompas y por consiguiente se aumenta la probabilidad de embarazo.
Hay que recordar que por su baja efectividad (10-15%) no debe realizarse por más de tres meses y cuando exista una infertilidad masculina compleja, se debe proceder directamente a la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides(ICSI). Influye en el éxito la edad de la mujer; cuanto es más joven la tasa de embarazo puede ser un poco más elevada con respecto a mujeres mayores de 35 años.
INSEMINACIÓN INTRAUTERINA CON SEMEN HOMÓLOGO O DE DONANTE